Durante doce meses el vino Pago de Capellanes Crianza reposa en barricas nuevas y seminuevas (nunca mayores o más viejas de tres años) de Roble Francés y al cabo de este periodo, se lleva a depósito para homogeneizar.
Vendimia seleccionada 5.000 kg/ha. Se inicia la vendimia a primeros de octubre comenzando con las parcelas más maduras. A la entrada de la uva en la bodega, se tratan por separado las dos variedades Tinto Fino 90%, Cabernet Sauvignon 10%, se siembran los depósitos con levadura autóctona (pie de cuba) y se inicia la fermentación alcohólica. Durante el encubado, 30 días, se realizan montados y bazuqueos diarios controlando densidad, temperatura y evolución de la población de levaduras. Al término de esta fermentación, se sangran los depósitos y se llevan a maloláctica. El inicio de la fermentación maloláctica se realiza sin adición de bacterias y se controla la temperatura a 20º C durante un periodo de 22 días, controlando los índices de ácido málico y ácido láctico. Cuando el ácido málico está por debajo de 0,1 g/l se hace el trasiego separando las lías y sin filtrar ni clarificar ni pasar por frío se lleva directamente el vino a barricas. El Crianza reposa durante doce meses en botella antes de salir al mercado y se etiqueta en noviembre del año 2004. Nos ofrece a la vista un color guinda muy intenso brillante, con ribetes cardenalicios. En la nariz es muy franco con un buen equilibrio fruta-madera, en el que se funden los tonos lácticos y de vainilla con fruta bien madura, frutos negros y del bosque. Sobresalen notas de cuero y regaliz propias del ensamblaje del Roble Francés con los aromas varietales. El paso de boca es suave, pero llenando el paladar de equilibrados sabores (en los que se repiten las sensaciones nasales) y percibiéndose también unos taninos finos que contribuirán a alargar su vida, para acabar con un final de boca y un postgusto largos y muy elegantes.